martes, 1 de diciembre de 2009

¿PARA QUÉ SE ROBAN FURGONETAS?

Para poneros en antecedentes, os cuento que puede haber pasado con nuestra furgo:
Según nos hemos ido informando, especialmente en http://www.furgovw.com/ y en http://www.itxaspe.com/, además de Policías Locales, Nacionales y Guardia Civil (ya casi tenemos un master en robos de furgo), podríamos distinguir 6 “destinos” para las furgos desaparecidas, cada uno con unas características muy peculiares, os cuento:

a - Robada por choricillos sin demasiados medios, para ir a pillar, dar un palo mal planificado (jamones, scooters, pavos para navidad…), o simplemente para cambiar de aires o volverse a casa después de sus correrías. La usan ese día o esa noche, y la abandonan tras usarla, sin cambiar placas de matrícula ni nada. El nivel de destrozo es variable, desde romper sólo lo necesario para ponerla a andar, hasta prenderle fuego para eliminar huellas. Cualquier vehículo fácil de abrir sirve. Aparecen casi siempre y en poco tiempo. Los modernos sistemas de antirrobo o localización suelen resultar eficaces.

b - Robada para dar un golpe más o menos bien planeado (motos gordas generalmente). El golpe lo suelen dar varios días después del robo de la furgo, y mientras la mantienen escondida en un local, o aparcada en un polígono donde no de el cante. La pueden usar varias veces, si los golpes son limpios y no van dando el cante. Buscan furgos muy comunes, sin letreros ni marcas que la identifiquen y tampoco suelen cambiar la matrícula. El abandono, como en el caso anterior, puede ser “piadoso”, o terminar como una falla valenciana. También aparecen casi todas, en un periodo de tiempo algo mayor.

c - Una variante del caso anterior sería para dar un “paterazo” u otros asuntos de drogas o delincuencia organizada. Suelen ser los trabajos más limpios. Apenas tocan la furgo y la abandonan sin dar demasiado cante. A veces se encuentran muchos meses después de su abandono, por lo desapercibida que pasan. En estos casos, si no la quemaron los ladrones, tal vez lo hagan los niñatillos de la zona, tras irle perdiendo el respeto día a día. Suelen cambiar la matrícula por otra no denunciada de características idénticas (placas dobladas), en estos casos las usan varias veces, manteniéndola escondida mientras en naves, mientras su “doble legal” permanece aparcada a la vista de todo el mundo, sirviendo como coartada. Alto porcentaje de recuperación, en periodos de tiempo variable, llegando a ser de hasta un año. Como en el caso anterior, pocos métodos de antirrobo resultan eficaces.

d - Robo de una furgo camperizada para vivir en ella, formando campamentos nómadas de varias furgonetas. Para estos propósitos, roban desde furgos antiguas bien adaptadas, hasta Californias o Marcopolos recién compradas. Se sirven de especialistas para el robo, cambio de placas (a veces por unas de países extraños), e incluso cambios de número de bastidor en los modelos más caros. Disminuyen las probabilidades de recuperación, y si esta se produce, los interiores suelen estar destrozados. Sólo los medios de antirrobo caseros resultan eficaces.

e - Robo para ir a desguace y vender sus piezas, especialmente el motor. Las Mercedes y Volskwagen están muy cotizados.

f - Robo a la carta de furgos de alta gama. Casi ninguna aparecen. Grupos muy organizados y con muchos conocimientos y medios técnicos. Cambian placas de matrícula y números de bastidor. No sirven para nada ninguno de los medios de disuasión o antirrobo, van a por ella y se la van a llevar, hay mucho dinero en juego.

No quiere decir esto que no haya otras motivaciones, pero estas son las más comunes, y en alguna de ellas se encuadraría casi cualquier caso.

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